EDITORIAL /
Armando Navarrete López, regresó como presidente municipal de Nicolás Romero, Estado de México, y lo hizo a pesar de la infinidad de señalamientos y acusaciones que pesan en su contra, por parte de los habitantes de esa comunidad.
¿Por qué regresó Armando Navarrete a Nicolás Romero, si ya tenía una curul en el Congreso del Estado de México? ¿Qué tan delicada o grave está la situación al interior de su grupo político, como para que haya tenido que tomar nuevamente las riendas?
Nicolás Romero, es identificado como el municipio corrupto, violento, inseguro, ingobernable, con fosas clandestinas, con muchísimos grupos delincuenciales, y con funcionarios que entraron sin un peso, y que ahora ya viven como príncipes.
Armando Navarrete López, jamás figuró como un político de altura…bueno, nunca lo fue, porque lo que es ahorita, es gracias al brillo de los demás. Su administración municipal, fue tan gris como su propia personalidad. En Nicolás Romero, todo es caos e incertidumbre.
Incluso el trabajo de Leopoldo Zamacona Sandoval, fuer más eficiente -en tan solo unos días que estuvo como alcalde-, que todos los años que estuvo al frente Navarrete López. Esto podría ser un punto a tratar del por qué regresó Armando a la alcaldía.
Malas noticias, pésimas noticias para los habitantes de Nicolás Romero, porque con el regreso de Armando Navarrete, las cosas seguirán siendo igual de ineficientes o tal vez peor. Por lo visto, el discípulo chiquito de Higinio Martínez Miranda, anda desesperado.
Es momento de que Yoselin Mendoza Ramírez, se aparte de Armando Navarrete López. Ella tiene que crear su propio esquema de gobierno. Tiene que hacer valer que ella será la presidenta de Nicolás Romero, y no será manejada por nada ni por nadie.
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