*Editorial
Los embusteros de la política empiezan a salir de las coladeras; para las cucarachas es muy fácil dejarse ver cuando el ambiente es sucio, fétido, desordenado. Esto es lo más aberrante de la política mexicana: ahora cualquiera quiere postularse a un cargo de elección popular.
Este es el caso de Enrique Garay, quien fue corrido a patadas de TV Azteca por sus terribles bajos raitings televisivos. La empresa le dio una nueva oportunidad en el reciente SúperBowl que ganaron los Bucaneros de Tampa Bay, pero el resultado fue desastroso.
Televisa le ganó por mucho en audiencia a TV Azteca.
En vez de sentarse a reflexionar sobre su incierto futuro, Enrique Garay acudió con uno más mediocre que él: Mario Delgado, quien como presidente de MORENA, ha dejado ver su cara de hampón, y apenas las mujeres le organizarán una revuelta por el caso de Salgado Macedonio.
Mario Delgado al no saber nada de política, cobijó a Enrique Garay para que sea el candidato a presidente municipal de Huixquilucan. ¿Saben cuántas veces se ha parado Garay al municipio para ver si apoya a los sectores más vulnerables? ¡NUNCA!
Ahora este comentarista fracasado, también quiere fracasar en política.
Lo más interesante de todo esto, es que Enrique Garay terminará hundido en la próxima contienda del 6 de junio. No hace falta ser mago para ver que el horizonte de este fanfarrón, estará lleno de fracasos, derrotas y humillaciones…bueno, él ya está acostumbrado a todo eso.
Enrique Garay es el nuevo embustero de la política.
No tiene futuro en la narración deportiva, los vecinos ahora lo echarán a patadas.
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