EDITORIAL /
El flamante coordinador de los diputados federales de Morena, Ricardo Monreal Ávila, vive momentos difíciles en su vida política, pues va de tropiezo en tropiezo.
No solo son los señalamientos de corrupción, tráfico de influencias y conflicto de interés, para favorecer a su hija Catalina Monreal, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Ahora también la Reforma Judicial, está llegando al límite del hartazgo social. Miles de magistrados, jueces, académicos y estudiantes, han salido a las calles a protestar por la iniciativa de Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, el caos por la Reforma Judicial, también exhibió la poca capacidad de Ricardo Monreal, para llevarla a buen puerto en la Cámara de Diputados. De hecho, se tuvo que ocupar una sede externa en la Magdalena Mixuca, para votar la propuesta.
Esto tiene enojadísimo a López Obrador, pues constató una vez más, que Ricardo Monreal no está hecho para grandes misiones, mucho menos para resolverlas con prontitud.
Por si faltara poco, ahora la comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quiere la cabeza del mismo Monreal Ávila.
El motivo es más que suficiente: ha ninguneado, ignorado y maltratado a los estudiantes de la UNAM, que protestan pacíficamente contra la Reforma Judicial.
Como se podrá ver, Ricardo Monreal, no la está pasando bien, y dicen que las malas noticias no llegan solas. Lo más seguro, es que Alessandra Rojo de la Vega, sea ratificada como alcaldesa de la Cuauhtémoc, y por fin se hará justicia, contra los atropellos de los Monreal.
¿Ricardo Monreal, fuera de la UNAM? No suena nada mal.
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