EDITORIAL /
Los días pasan, las horas continúan, y con #HiginioMartínezMiranda, no pasa absolutamente nada. El líder del cabizbajo grupo Texcoco, debate su propia circunstancia, bajo dos vertientes: primero, se retira de la vida política; segundo, sigue cosechando más ridículos.
Lo que pasó este miércoles 31 de agosto, en el Senado de la República, es la película real de lo que significa Higinio para el presidente López Obrador, y para MORENA en general: político tibio, mediocre, segundón, dependiente y muy débil.
Martínez Miranda, trató de jalar reflectores en el Senado, y buscó la presidencia de la Mesa Directiva. El resultado lo dice todo: Alejandro Armenta Mier, logró 36 votos; Higinio, alcanzó los 28 sufragios, que para el caso, es como si no hubiera tenido ningún voto.
¿Higinio quería mostrar su músculo político? Pues qué barbaridad, porque solo se mostró tal cual es, y ahora al menos todos los senadores, tienen la certeza de que el texcocano no mueve ni a su familia, en términos de convocatoria.
¿Qué le espera a Delfina Gómez Álvarez, si tiene a Martínez Miranda como coordinador de su campaña rumbo a la gubernatura del Estado de México? Mejor ni imaginemos la catástrofe que sería para la 4T, tener a un coordinador sin fuerza.
Higinio hizo el ridículo, hoy en el Senado.
Dicen que el nacido para maceta, del pasillo no pasa.
Los refranes son muy sabios.
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