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La Facultad de Estudios Superiores #FESAcatlán, organizó la conferencia “Refugios para mujeres víctimas de violencia”, donde se ofrecieron testimonios de acompañamiento, orientación y apoyo, tanto a quienes han sido violentadas como a sus hijos
La maestra Angélica Arroyo González, Subdirectora de Espacios y Mecanismos de Refugio de la Secretaría de Mujeres del Estado de México, se refirió a los refugios para mujeres violentadas que hay en la entidad mexiquense.
“Al momento, contamos con nueve refugios y una casa de transición, tenemos que seguir ampliando estos espacios que son necesarios. Nuestro objetivo es llegar a 15 en total, para abrir de manera estratégica en todo el Estado de México.
“En los refugios, se cuenta con psicología infantil, específica para estos niños que buscamos reintegrarlos, porque muchas veces las violencias son para las mujeres y para los niños. La atención médica, también juega un papel importante.
“Durante la estancia, que puede ser de tres meses como máximo, se trabaja la parte psicológica, jurídica y trabajo social, y si una mujer manifiesta que no quiere estar en refugios, no podemos obligarla”, señaló la funcionaria estatal.
Por su parte, Maleny Díaz Brito -del grupo de trabajo de la Norma Oficial Mexicana (NOM) de refugios-, indicó que el 13 de mayo de 2021, se publicó el proyecto por la Secretaría de Economía, donde el objetivo es regular la prestación de servicios de refugios para mujeres víctimas de violencia familiar o extrema.
La también Coordinadora del Seminario de Derechos Humanos, explicó que las mujeres en situación de violencia, requieren de atención especializada en un lugar seguro, donde puedan resguardarse para proteger su integridad, su vida y la de sus hijas e hijos.
En tanto, Héctor Alfonso Ortega Cano -del Instituto de las Mujeres Naucalpenses y la Igualdad Sustantiva-, subrayó que no se sabe en qué momento comienza la violencia, porque se hace visible hasta que es física; antes pudo haber ocurrido la violencia psicológica, económica y sexual.
“Después viene la ´luna de miel´, cuando la persona generadora de violencia intenta pedir perdón, resarcir la relación, crear nuevos vínculos para regresar a la convivencia adecuada. La acumulación de tensión, es cuando la persona generadora de violencia, se cansa de tener que ganarse el perdón y suceden todas las situaciones que anteceden al hecho violento físico nuevo”.
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