EDITORIAL /
Los cobardes e inútiles gobiernos de Eruviel Ávila Villegas y Alfredo del Mazo Maza, jamás se pararon en las comunidades donde el crimen organizado mandaba.
Al contrario, Eruviel Ávila y Alfredo del Mazo, fingieron hacer un trabajo policiaco, para erradicar a la delincuencia; pero solo era para taparle el ojo al macho.
Por eso lo que hizo la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, al visitar la convulsionada zona de Texcaltitlán, merece todo el reconocimiento posible.
Entendemos que es el deber y obligación de Delfina Gómez, atender a los habitantes de un municipio, que está controlado por el crimen organizado.
Pero también hubiera sido muy fácil para la mandataria mexiquense, aplicar el mismo mecanismo de Eruviel Ávila y Alfredo del Mazo, quienes jamás hicieron nada.
El visitar al municipio de Texcaltitlán, habla muy bien de la maestra Delfina, porque la gente pide a gritos el apoyo de sus autoridades.
El reto es mayor en la zona de los volcanes, y al menos los delincuentes ya vieron que la gente no se quedará cruzada de brazos, ante los crímenes y extorsiones.
Pensamos que la visita de la gobernadora a Texcaltitlán, también fue un mensaje claro para el crimen organizado. Ojalá las fuerzas del orden, acaben con los delincuentes.
Muy bien por la maestra Delfina, dando pasos firmes en lo político y lo social.
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