EDITORIAL /
*Consultar #LópezObrador
La muerte del pequeño Emiliano, en Paraíso Tabasco, ha sacudido la moral de todos los mexicanos; y ha evidenciado la insensibilidad del presidente López Obrador.
El niño murió balaceado afuera de su casa, lo cual también es una pequeña muestra del legado sangriento de Andrés Manuel, quien hizo de la violencia, su segunda casa.
En su conferencia de prensa mañanera del jueves 23 de mayo, AMLO dijo que los medios magnificaron la muerte de Emiliano, y que todo era para perjudicarlo.
¿En qué mente tan perversa y enferma, puede caber que el asesinato de un niño, sea para desprestigiar al presidente de México?
Desprestigiado, señalado y acusado, ya está López Obrador, como para que salga con sus estupideces de que lastiman su honor.
De este tamaño es la porquería por la que votaron 30 millones de mexicanos, hace seis años; puede que la misma porquería, se afiance en el poder, otros seis años.
López obrador, es un maldito miserable; así quedará en la historia de México.
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