Por @luis_journalist
El escándalo de corrupción que vive el presidente #AndrésManuelLópezObrador, al interior de su propia familia, no ha disminuido ni un solo centímetro, y aún no se sabe qué medidas tomará la Fiscalía General de la República (FGR), ante un caso que hizo tambalear a la Cuarta Transformación.
El bombazo que soltó el portal Latinus, teniendo como comandante general al periodista Carlos Loret de Mola, fue devastador. El evidenciar a Pío López Obrador, recibiendo dinero de David León, para fortalecer a MORENA, fue algo que ni el mismo Andrés Manuel esperaba. Ahora, la oposición ha ocupado el video para hacer las denuncias correspondientes.
¿Pero bajo qué mecanismos, Loret de Mola, ha logrado penetrar en millones de hogares mexicanos? La respuesta la ofrece uno de los medios que más defienden al gobierno de López Obrador. El portal denominado Polemón, se encargó de exhibir la manera en que se financian los videos en contra de AMLO.
Según Polemón, Latinus promocionó en Facebook dos videos y, en conjunto pagó 160 mil pesos en tan sólo seis días. El primer video que “pautó”, fue el episodio 11 de Loret, y lo hizo con un importe de entre 70 mil y 80 mil pesos, superando el millón de personas. La pauta se dio del 14 al 16 de agosto.
El segundo video, es el episodio 12 del programa Brozo y Loret (“Circo Nacional”). Para lograr posicionar esta producción, se pagaron otros 70 mil pesos. Esto sólo en Facebook. La cantidad se suma a la publicidad que Latinus adquiere en las redes sociales Twitter y YouTube, donde es constante la promoción de sus contenidos.
Polemón, destaca que Latinus no tiene publicidad propia, y la que hasta ahora posee, es la de Google Adsense, lo cual no le da para pagar los 160 mil pesos en pauta. Muchos refieren que el dueño de Latinus es Miguel Alonso Olamendi, quien había sido secretario y mano derecha del actual gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles.
Los datos que presenta Polemón, tuvieron que haber sido analizados cuidadosamente, pues cuenta con respaldos de pagos. Sin embargo, aquí hay una raya que se rebasa por completo: la posible intromisión del gobierno de López Obrador, en las acciones periodísticas críticas hacia su administración, lo cual es sumamente peligroso y desalentador para la libertad de expresión.
¿Qué delito se puede cometer cuando se paga publicidad de manera correcta? Tal vez no haya nada de malo. Lo realmente preocupante es el acoso hacia los periodistas que critican la corrupción, enriquecimiento ilícito, abuso de poder, nepotismo, negligencia gubernamental, al interior de la Cuarta Transformación.
La nota de Polemón es una pequeña muestra de los alcances gubernamentales.
¿Qué sigue? ¿Ya no podremos ver ni siquiera feo al presidente?
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