*Editorial
El candidato panista a la diputación local, Adrián Juárez Jiménez, le propinó una severa golpiza electoral al morenista Max Correa Hernández, en las pasadas votaciones del 6 de junio.
La población del Distrito 18 local de Tlalnepantla, estaba feliz de que Max Correa perdiera en las urnas la reelección para diputado, pues su gris figura contrastaba con el desarrollo ciudadano.
El panista Adrián Juárez, logró 91 mil 653 votos.
El morenista Max Correa, contó con 51 mil 876 sufragios.
La diferencia entre el ganador y el perdedor fue de 40 mil votos, cifra descomunal en una elección; aquí habrá que subrayar que el morenista contó con una proyección sin precedentes, cobijado por su estatus de legislador local.
De ese tamaño fue el desprecio de la ciudadanía hacia Max Correa, quien no pudo ni supo convencer a una comunidad cansada de discursos arcaicos y conceptos prehistóricos.
Sin embargo, el morenista logró colarse entre los diputados que estarán bajo el cobijo de la representación proporcional. En resumen, Max Correa seguirá legislando a su conveniencia.
Habrá que seguir muy de cerca al morenista, porque capaz de que en las próximas elecciones, se lanza como candidato a alcalde. Lo bueno de todo esto, es que los que se creían intocables, por traer sindicatos o asociaciones, hoy son más vulnerables al enojo ciudadano.
Perdió por 40 mil votos, y seguirá cobrando como diputado.
¡Qué barbaridad!
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