En todo el gobierno de Angélica Moya Marín, el municipio de Naucalpan, se distinguió de casi todos los municipios del país, por una terrible situación: estuvo (está) entre las primeras alcaldías de México, con mayor percepción de inseguridad.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del segundo trimestre de 2024, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), indica que Naucalpan, es la segunda ciudad con mayor percepción de inseguridad.
El dato es terrorífico: nueve de cada diez habitantes de Naucalpan, se sienten inseguros en el municipio gobernado por Angélica Moya. Sabemos que el gobierno de la morenista, Patricia Durán Reveles, le dejó una alcaldía hecha pedazos.
Pero para que todo cambiara, los vecinos votaron por Angélica Moya. Pero resultó peor la medicina que la enfermedad. Moya Marín, no hizo nada, para implementar estrategias eficientes de seguridad ciudadana.
Ante esto, lejos de preocuparse o acongojarse, Angélica Moya, anunció la realización del Primer Festival “Chocolate, Pan y Vino”. Esto hasta parece una burla hacia los miles de vecinos, que tienen el miedo impregnado en sus hogares.
Angélica Moya, decepcionó a todos, incluso a sus más fervientes allegados y simpatizantes. La carrera política de la alcaldesa de Naucalpan, llegó a su fin, y en vez de encumbrarse, se fue directo al precipicio.
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