EDITORIAL /
Claudia Sheinbaum, tiene un semblante devastador, y no es para menos. El presidente Donald Trump, le puso como plazo un mes, para que saque toda la basura que tiene en su equipo.
La presidenta de México, salió con una sonrisa fingida, señalando que logró que Trump, tuviera compasión de su gobierno, por los próximos 30 días.
Sin embargo, nadie le creyó a Sheinbaum. Su equipo más cercano, sabía que la negociación con el mandatario estadounidense, había puesto contra la pared a la presidenta.
Hay muchas versiones en el sentido de que Donald Trump, le pidió a Claudia Sheinbaum, la cabeza del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.
Rubén Rocha, ha sido señalado mil veces, por sus presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa. Sin embargo, tanto López Obrador como Sheinbaum, han boicoteado cualquier investigación.
La destitución de Rocha Moya, es el clamor principal de todo Sinaloa, y Claudia Sheinbaum, tendrá que atender la petición de la ciudadanía…y de Donald Trump.
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